Si no construimos nuevas formas para relacionarnos que permitan a las infancias y a las juventudes desarrollarse y aprender en entornos no violentos, las posibilidades de tener un modelo social basado en la paz y la convivencia respetuosa serían, francamente, muy reducidas, alertó la secretaria de Desarrollo Institucional, de la UNAM, Tamara Martínez Ruíz. Al inaugurar las Jornadas de reflexión, por el Día Escolar de la No Violencia y La Paz, organizadas por la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) y el Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Violencia Escolar, apuntó: “Sabemos que todas las violencias son graves, pero aquellas que afectan a las personas más vulnerables de nuestra sociedad, como las infancias y las adolescencias, deben ser atendidas con urgencia”. Es claro, abundó, que la violencia, y particularmente la escolar, es una de las manifestaciones de vulneración que azota de manera inigualable a todas nuestras sociedades, y a ella se pueden deber otras asociadas, como aquella por razones de género. Se trata, dijo, de una problemática compleja de resolver, pues sus bases están en la misma estructura de una sociedad inequitativa y en las maneras como nos relacionamos y como aprendemos a convivir desde edades muy tempranas. En este contexto, refirió que de acuerdo con un estudio realizado por la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación en 2021, en el nivel medio superior más de 10 por ciento del estudiantado ha sufrido agresión física y aproximadamente 20 por ciento psicológica, datos que coinciden con los reportados por el tercer estudio comparativo y explicativo regional, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Tamara Martínez celebró la realización de estas jornadas, porque es un tema nodal para la transformación de nuestra sociedad y de nuestra comunidad universitaria. La Universidad, aseguró, mantiene firme su compromiso de trabajar en contra de todas las formas de violencia, y en particular redoblará sus esfuerzos para atender y resolver el problema de la escolar. En un esfuerzo conjunto entre alumnos, profesores, padres y madres en familia, así como autoridades universitarias, se deben desarrollar nuevas formas de convivencia, resaltando los valores de la no violencia, la inclusión, el respeto a todas las expresiones del ser y que esto se vuelva a un modo de vida cotidiano, consideró. Al hacer uso de la palabra, la directora de la ENTS, Carmen Casas Ratia, rememoró que el 30 de enero se conmemora el Día Escolar de la No Violencia y la Paz, reconocida como una fecha emblemática desde 1993 por la UNESCO, para recordar la muerte de Mahatma Gandhi, ocurrida en 1948, y por ello los centros educativos refrendan su compromiso como defensores de la paz y entendimiento entre las personas, esfuerzos que, dijo, deben ser permanentes.