Con el compromiso de trabajar en unidad y con imaginación para seguir siendo un referente nacional e internacional en la formación de médicos, y en la investigación científica que fortalezca sus aportaciones a la medicina mexicana, Ana Carolina Sepúlveda Vildósola tomó posesión como la primera directora de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM. La ceremonia fue presidida por la secretaria General de la Universidad Nacional, Patricia Dávila Aranda, quien le dio posesión del cargo en sustitución de Germán Fajardo Dolci, quien concluyó su administración. Ante los exrectores Enrique Graue Wiechers, Juan Ramón de la Fuente y José Narro Robles; el Subsecretario de Educación Superior de la SEP, Luciano Concheiro Bórquez, así como exdirectores de la FM, entre otras personalidades, Dávila Aranda manifestó: El prestigio académico y de servicio de la FM implica caminar siempre buscando los más altos estándares académicos y humanísticos, por lo que invitó a la comunidad a cerrar filas en torno a quien dirigirá la Facultad durante los próximos cuatro años, después de un proceso de elección ejemplar en el que se contó con una participación crítica y un arduo y dedicado trabajo de la Junta de Gobierno. Al continuar su mensaje en el auditorio “Dr. Raoul Fournier Villada”, Sepúlveda Vildósola añadió: de cara al futuro, se requiere de una Facultad de Medicina renovada, que conserve su esencia y sus valores, pero que esté a la altura de su época, y de los retos presentes y futuros. “Una Facultad competente, con un liderazgo consolidado a nivel nacional e internacional, integrada a redes de colaboración estables perdurables, altamente productivas, con propósitos diversificados y de alcance nacional y global”, apuntó. Es indispensable, dijo, imaginarla multiprofesional con fuerte vinculación con otras entidades académicas de la UNAM, relacionadas con la salud y actuando en sinergia con otras universidades nacionales y extranjeras. Añadió que esta entidad académica requiere de procesos formativos fortalecidos, críticos y de vanguardia, a la altura de los avances del conocimiento y de la tecnología. Necesitamos egresados que se distingan por su capacidad y liderazgo, y que marquen pautas para el desarrollo de nuestro sistema de salud, que contribuyan a resolver los problemas en la materia, a través de la generación de conocimiento avanzado, con alto impacto social, enfatizó.