Las y los maestros del siglo XXI enfrentan el reto de modificar sus estructuras tradicionales de enseñanza-aprendizaje, para pasar cada vez más de lo vertical a lo horizontal e integrar el uso tecno-pedagógico de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), afirma la técnica académica del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT) de la UNAM, Josefina Bárcenas López. A propósito del Día del Maestro, que se celebra el 15 de mayo, la ingeniera en sistemas digitales, maestra en comunicación y tecnología educativa y doctora en pedagogía asegura: “El uso tecno-pedagógico se refiere a la integración de modelos pedagógicos y estrategias didácticas, además de cómo usar las TIC en los procesos de enseñanza-aprendizaje”. Estos recursos aplicados a la práctica docente son fundamentales a partir del año 2000. De acuerdo con la universitaria, no tienen que ser expertos en su manejo, pero es necesario que cuenten con el conocimiento básico de qué son y cómo funciona internet, el correo electrónico y plataformas como Zoom, Google y Teams, a fin de impartir clases en línea; saber utilizar aulas virtuales; efectuar videoconferencias, transmitir videos, imágenes y juegos, además de interaccionar entre personas. “Los profesores del siglo XXI tenemos que ir un paso adelante de los estudiantes en cuanto al uso de las TIC”. Aunque la introducción de estas herramientas en la enseñanza ocupa a los expertos desde antes de que iniciara la presente centuria, fue la emergencia por la pandemia de la COVID-19 la que impulsó la incursión de maestros y alumnos en el mundo virtual, precisa. “En la pandemia tuvimos que aprender a utilizar estas tecnologías no de una forma instrumental, capacitándonos, sino de golpe, aprendiendo modelos pedagógicos y un aprendizaje activo y significativo con los estudiantes. Ahora debemos ahondar en nuevas estrategias didácticas que están surgiendo, precisamente por las experiencias de los profesores durante la emergencia sanitaria”, añade Bárcenas López. Los cursos en línea masivos y abiertos (MOOC, por su acrónimo en inglés) ayudan, principalmente para los estudiantes. “Los maestros debemos ubicarlos como apoyo para nuestra clase, para que los alumnos fortalezcan sus procesos de aprendizaje, es un recurso extraclase igual que los repositorios”, destaca. Entre los instrumentos didácticos más usados está Zoom y las plataformas de Google o Teams, las cuales permiten el trabajo colaborativo con los estudiantes y crear salones virtuales, o espacios para realizar videoconferencias y presentaciones multimedia con imágenes y videos. Para la experta, las y los maestros deben intercambiar roles, ser estudiantes y docentes, además de propiciar la educación horizontal. Los valores que se deben conservar son el desarrollo de comunicación con los alumnos (ahora también a través del uso de las tecnologías), entender su lenguaje, ser empáticos y flexibles, así como modificar sus roles tradicionales para ser más mediadores. Bárcenas López asevera que el Día del Maestro sirve para recordar al mundo la importancia de los buenos profesores, esos que nunca se olvidan, y también la conveniencia de complementar la educación en casa. En la página electrónica de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos se menciona que una de las cualidades del gremio educativo es estar en todas partes, desde el rincón más alejado y agreste del país hasta el barrio más céntrico de cada ciudad. Históricamente su presencia ha sido relevante para generar vínculos y valores en la vida familiar y social, así como en la construcción de comunidades, establece el organismo. Uno de los grandes retos a vencer en la enseñanza de este siglo, resalta Bárcenas López, es la enorme brecha digital que padecen numerosos alumnos y profesores. Sin embargo, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, “la tecnología puede amplificar el trabajo de los grandes maestros, pero no los reemplazará”.