En los próximos años la humanidad enfrentará amenazas que se exacerbarán, que serán más complejas, como el tema migratorio o el cambio climático. Ante ese panorama se debe fortalecer el multilateralismo, “porque los espacios de concertación política, como herramientas para diálogo y la colaboración internacional, coadyuvan en la solución de problemas globales, dan mejores resultados que las decisiones unilaterales”, afirma el académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Fausto Quintana Solórzano.
El coordinador del Centro de Relaciones Internacionales de esa entidad universitaria precisa en entrevista que la consecución de la seguridad y la paz internacionales se ve amenazada por el incremento de los conflictos regionales, como la invasión de Rusia a Ucrania y la crisis en Sudán.
También por inestabilidad política en naciones como Perú, o la diversificación de las actividades del crimen organizado transnacional, junto con el populismo y el nacionalismo en algunos países “que no tienen una buena relación con los principios del multilateralismo”.
Con motivo del Día Internacional del Multilateralismo y la Diplomacia para la Paz -que se celebra el 24 de abril- Quintana Solórzano indica que la colaboración entre más de dos países tal vez no ayude a resolver los problemas de forma inmediata. Sin embargo, con la participación plural y el cúmulo de esfuerzos y acciones de integrantes de la sociedad global, se garantizan mejores resultados.
Esta no es la única vía, pero sí la más importante, en particular porque se parte de un principio de igualdad jurídica de los estados promovido por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas donde cada país miembro tiene voz y voto; se reconoce su autonomía y capacidad para resolver, de manera colaborativa, problemas y amenazas mundiales; y construir bienes para la humanidad entera, como la paz y la seguridad internacionales.
Complementariedad
El multilateralismo, define el maestro en estudios internacionales y doctor en ciencias políticas, es la colaboración entre más de dos Estados-nación con el propósito de garantizar la paz y la seguridad internacionales, el desarrollo sostenible y la protección de los derechos humanos.
No sólo es un tema cuantitativo, de cierto número de actores que trabajan en torno a una preocupación común, sino que se relaciona con la construcción de regímenes internacionales y mecanismos de protección y atención a los diversos problemas de la sociedad mundial, con base en principios como el de cooperación internacional para el desarrollo, solidaridad, complementariedad e igualdad jurídica, explica.
Los mecanismos de solución de controversias y de construcción de espacios de diálogo político que se dan en los ámbitos multilaterales, normalmente promovidos por organismos internacionales, requieren de contactos y comunicaciones permanentes entre jefes de Estado, ministros de relaciones exteriores y otros actores fundamentales, es decir, de la diplomacia. Se trata del acercamiento previo que tiene por objetivo solucionar conflictos con base en la comunicación abierta y la complementariedad.
La colaboración y el acercamiento de los estados en los escenarios de concertación política y de cooperación internacional para el desarrollo, así como de solución pacífica de controversias, se dan particularmente en el ámbito de la ONU, de sus organismos especializados como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo; la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura; o para la Educación, la Ciencia y la Cultura, además de sus órganos principales como la Asamblea General y el Consejo Económico y Social. La meta es evitar conflictos o crisis.
El experto destaca que la sociedad internacional se integra por diversos actores, más allá de los estados, por ejemplo por la sociedad civil organizada. Infinidad de organizaciones no gubernamentales (ONG) han participado en conferencias multilaterales, como la de Río de Janeiro de 1992, o en las conferencias de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, las denominadas COPs.
Por ello, además de los 193 países registrados en la ONU, hay que reconocer la importancia de otros actores, como las ONG y las empresas transnacionales.
Otro objetivo del multilateralismo, añade Fausto Quintana, es crear bienes comunes globales, como el derecho internacional, proyectos de colaboración económica, etcétera. Aunque hay acciones de carácter bilateral y unilateral que pueden incidir en la solución de problemas, vivimos en un mundo globalizado, interdependiente, donde amenazas como pandemias, ciberataques y otros flagelos de la sociedad mundial no pueden resolverse de forma aislada.
México, destaca el especialista, es una voz importante en los escenarios diplomáticos internacionales, en particular en temas como desarme, asilo, refugiados y promoción de los principios del derecho internacional, igualdad jurídica de los estados, solución pacífica de las controversias, cooperación mundial y garantías fundamentales.
Camino largo
Aunque las bondades del multilateralismo son incuestionables es necesario un día para destacar su importancia, toda vez que en la sociedad internacional la paz aún no es duradera ni sostenida debido al ejercicio unilateral de grandes potencias, como Rusia o Estados Unidos, y proyectos populistas nacionalistas que no comparten los principios de colaboración y solidaridad internacional desde los escenarios multilaterales.
Para alcanzar la paz en el mundo se enfrentan numerosos problemas en dos ámbitos: al interior de los organismos, donde los integrantes ejercen poder para conseguir la reproducción de sus intereses y hegemonías, por ejemplo en el Consejo de Seguridad de la ONU cinco miembros permanentes utilizan su derecho de veto de manera facciosa, para conseguir sus fines o bloquear las iniciativas que pretenden garantizar la paz.
El multilateralismo tiene otra dificultad: los países que otorgan financiamiento mayor para el funcionamiento de esas instituciones en ocasiones ponen en riesgo su viabilidad y metas. Ejemplo de ello es cuando EUA redujo el financiamiento a la Organización Mundial de la Salud durante la pandemia; o cuando el presidente estadounidense Donald Trump puso en riesgo el Acuerdo de París, instrumento vigente en el tema de cambio climático.
“El ejercicio de poder y el sistema de cuotas permiten a los estados fuertes usar a los organismos internacionales para sus fines”, detalla Fausto Quintana.
No obstante, el universitario reitera que para la atención inmediata de los conflictos, ante las acciones unilaterales, las guerras o las invasiones, la diplomacia preventiva es la mejor salida. “Más vale un acercamiento diplomático para la solución de controversias o conflictos ya iniciados, que mantener una guerra o constante enfrentamiento”.
Siempre debemos apostar por la democratización de las acciones a nivel global. Los organismos internacionales, en su mayoría, a pesar de los problemas y grandes contradicciones, son espacios de diálogo, que ayudan a resolver los desafíos que día a día enfrentamos.
El 12 de diciembre de 2018 la Asamblea General de la ONU aprobó constituir el 24 de abril como el Día Internacional del Multilateralismo y la Diplomacia para la Paz, en una votación de 144 a favor y dos en contra.