Con el compromiso de incrementar la cooperación universitaria por la importancia del trabajo entre las instituciones de educación superior de México, Brasil y Latinoamérica para generar proyectos, a fin de ofrecer soluciones a los problemas que enfrentan las sociedades, concluyó la III Cumbre de Rectores(as) Brasil-México, la XV Asamblea General del Grupo de Cooperación Internacional de Universidades Brasileñas (GCUB) y el XII Seminario Internacional.
Reunidos en la Antigua Escuela de Medicina de la UNAM, los participantes reconocieron que la sociedad latinoamericana puede superar varias de sus problemáticas mediante la colaboración conjunta.
El titular de la Coordinación de Relaciones y Asuntos Internacionales de la UNAM, Francisco José Trigo Tavera, destacó que el trabajo intenso acerca a las universidades brasileñas, mexicanas, al igual que a otras instituciones invitadas. Recordó que la planeación del encuentro empezó antes de la pandemia y debieron esperar dos años para sesionar.
De acuerdo con la directora de Cooperación Internacional de la ANUIES, Brenda Galaviz Aragón, los trabajos presentados son clave para el fortalecimiento de la cooperación internacional y permitirán avanzar en los enlaces entre universidades para crear proyectos y programas por el bien común. Sugirió que “las cumbres de rectores sean ejercicios permanentes entre las universidades de ambos países, pues se dio un paso a una nueva etapa en la relación de Brasil con México, para proyectar en nuestras naciones mayor prosperidad, desarrollo y oportunidades a partir de la colaboración universitaria”.
En tanto, la secretaria Ejecutiva del CGUB, Rosana de Souza Dasilva, consideró que es necesario conocer más sobre los sistemas de educación superior de México y Brasil, para compartir lo mejor que se tiene en la región. “Estamos en un contexto de los peores que la humanidad ha vivido. Salimos sabiendo que los problemas son muchos, los desafíos son tantos, tenemos que trabajar para cambiar la situación”.
Al clausurar el evento, Emmanuel Zagury Tourinho, presidente del CGUB, comentó que los proyectos serán la base de aportaciones para los problemas que afectan a la sociedad y fortalecer la cooperación e interacción entre las instituciones participantes.
La próxima cumbre de rectores se realizará en el primer semestre de 2024, en Brasil. Se invitará a los rectores de Colombia, Panamá, entre otros, para elaborar proyectos conjuntos y preparar un programa de movilidad para Latinoamérica.
Mujeres y poder
Su presencia en la toma de decisiones y en puestos de poder, en la definición de investigación y demás actividades permite la construcción de nuevas formas de trabajo, la inclusión de visiones, otras dinámicas en la toma de decisión y el ejercicio del poder, coincidieron expertas que conformaron la mesa de trabajo “Mujeres: ausencia en espacios de poder en el curso de la historia y agravamiento de la vulnerabilidad en contextos de crisis”.
La coordinadora para la Igualdad de Género (CIGU) de la UNAM, Tamara Martínez Ruíz, enfatizó: “una sociedad que es desigual solo puede ser modificada combinando la reflexión constante, la conciencia crítica, ejerciendo la justicia y la ética en la educación, por lo que hoy podemos decir que la UNAM está educando para la igualdad”.
Acompañada por expertas de Brasil, Túnez y México, la también investigadora dijo que a partir de la creación de la CIGU, en 2020, se labora en la Universidad Nacional en acciones que permitan mayor presencia femenina en la institución, por lo que se cuenta con 39 licenciaturas y seis posgrados con asignaturas con perspectiva de género; en espacios de poder y decisión de 92 instancias, 38 por ciento son dirigidas por mujeres; la representación femenina en el Consejo Universitario alcanza el 55 por ciento de mujeres.
Al hacer uso de la palabra, la presidenta de El Colegio de México, Silvia Elena Giorguli Saucedo, señaló que las cifras a lo largo de la historia muestran que la universidad es un factor de entrada a los mercados de trabajo, y las mujeres sin educación universitaria tienen más problemas para conseguir mejores condiciones de desarrollo.
La vicerrectora de la Universidad de São Paulo, Maria Arminda do Nascimento Arruda, coincidió con sus colegas al expresar que las políticas de género de las universidades en Brasil empatan con la crisis política de financiamiento y las transformaciones en las políticas académicas, por lo que “las perspectivas aportadas por las mujeres en las posiciones de poder deben verse como algo benéfico para todas las universidades que buscan una ciencia representativa”.
A su vez, la vicerrectora de la Universidade Federal de Ciências da Saúde de Porto Alegre (UFCSPA), Lucia Campos Pellanda, relató que esta institución lleva a cabo acciones para echar abajo los prejuicios respecto a las mujeres y su trabajo. “La universidad es un espacio para practicar la democracia, respeto y colaboración creando oportunidades para que todos se expresen y sean considerados”.
Ines Ben Bouhouch, rectora de la IT Business School (ITBS) de Túnez, alertó que la presencia de ellas en puestos de dirección de empresas es bajo, especialmente en las posiciones estratégicas como CEO, por lo que la universidad es un espacio ideal para visualizar la colocación en cargos altos de educación, investigación e innovación.
Legado universitario
Al reconocer que la institución de educación superior tiene un papel central en la formación de las futuras generaciones de la ciudadanía, a pesar de las guerras, las desigualdades en la distribución de las vacunas, Abdeljalil Akkari, de la Universidad de Ginebra, afirmó que las universidades no tienen más alternativa que construir una ciudadanía global.
Para ello se requiere realizar cambios radicales en la educación superior, donde se impulsen aprendizajes basados en proyectos, con una perspectiva multidisciplinaria y fortalecer, además de las competencias académicas y científicas, las habilidades en el uso de tecnologías de la información y comunicación, idiomas, pensamiento crítico, compromiso social y adaptación a la incertidumbre.
Contra el racismo
Durante la mesa “Transformación de la Universidad para el combate de la formación racista y de todas las formas de exclusión”, expertos de México, Ecuador y Brasil reconocieron que el sistema educativo juega un papel en la internalización de las ideas racistas y discriminatorias hacia los sectores indígenas y afrodescendientes, y el bajo porcentaje de estas poblaciones en la educación superior es evidencia de los problemas aún por resolver.
José Manuel del Val Blanco, director del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad de la UNAM, afirmó que es en el sistema educativo donde se deben implementar acciones orientadas a la erradicación de estas expresiones para que las buenas prácticas se extiendan a otras instituciones y al conjunto de la sociedad.
“De acuerdo con un estudio de la CEPAL, se destaca que México muestra una cobertura del 24 por ciento para jóvenes indígenas registrados en alguna institución de educación superior o técnica, mientras que para la población afromexicana la información estadística que mida su acceso a la educación superior es limitada. Esto prueba la escasa atención hacia este sector”, precisó.