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FACULTAD DE DERECHO, TRICAMPEONA EN CONCURSO DE ARBITRAJE INTERNACIONAL Y DE INVERSIÓN.

porRedacción

Ene 15, 2022

La Facultad de Derecho (FD) de la UNAM ganó, por tercer año consecutivo, el Concurso de Arbitraje Internacional y de Inversión UP-ICC Moot, certamen en el que participan las universidades más importantes de México, así como algunas de países latinoamericanos.

El equipo integrado por Diego Lozada González, Fernando Rivera Castro, Carlos Damián Romero de la Vega, Brenda Miranda Cárdenas y Sergio Alonso Patiño Reyes, estudiantes de séptimo y noveno semestre, ganó también el premio al mejor escrito de contestación de demanda del propio certamen convocado por la Universidad Panamericana y por el capítulo mexicano de la Cámara de Comercio Internacional.

Los futuros abogados contaron con el apoyo de sus coaches, Diego Eduardo Berry Pérez, Sebastián Patiño Sánchez y Alejandra del Toro de la Vega, también estudiantes de la Facultad quienes resultaron ganadores del primer sitio de la versión 2020.

En entrevista, los jóvenes explicaron que todos los años compiten de 15 a 20 equipos y “el tema suele ser un arbitraje comercial internacional, en el cual tenemos que representar a una de las partes y resolver un caso práctico mediante la elaboración de un escrito de demanda, uno de contestación y la representación en audiencias orales durante la fase final del concurso”.

Sergio Alonso Patiño explicó que en esta ocasión el arbitraje versó sobre una compra-venta internacional de robots, un caso ficticio que nos permitió adentrarnos en los principios del tema.

En tanto, Berry Pérez detalló que los robots tenían el objetivo de desinfectar hospitales. Una cadena hospitalaria con presencia en el país los adquiere, pero al momento de funcionar emiten olor a azufre y enferman a las personas. Ahí se origina la controversia: el nosocomio pretende rescindir el contrato, pero la empresa tiene otra opinión, y ahí surge el litigio.

En el concurso, los jóvenes representaron a la parte acusadora y a la acusada. “Es muy interesante ponerse en ambas posturas y luego hacer ejercicios de análisis”, dijo Diego Lozada, quien explicó que detrás del triunfo hay más de seis meses de preparación. Una vez conformado el equipo los coaches nos apoyaron, primero para hacer la investigación y las demandas escritas y, posteriormente, la preparación para las audiencias orales, mediante numerosas rondas de práctica.

Berry Pérez abundó que el proceso de selección para conformar el conjunto inicia con la publicación de la convocatoria; los postulantes envían los documentos requeridos y elaboran un ensayo que resuelva un caso hipotético. “Después tenemos una entrevista en dos etapas, de preguntas técnico-jurídicas, que tiene por objeto evaluar el conocimiento de derecho del interesado; y de preguntas personales, compromiso y respuesta bajo presión”. Este año participaron aproximadamente 30 postulantes.

Un buen conocimiento jurídico, el compromiso de representar a la UNAM y seguridad en sí mismos ante la presión y el estrés, son los elementos clave para ser seleccionado, indicó.

Brenda Miranda reconoció que participar “nos ayudó a conocer mejor el derecho procesal; nos permitió adquirir conocimientos jurídicos y descubrir nuestra pasión por el arbitraje. En lo personal, también me fue útil para cursar materias optativas, porque tiene relación con la clase de contratos mercantiles internacionales”, por ejemplo.

Lozada González añadió que participar fue valioso, porque no es sólo una formación para la competencia, o aprender para resolver un caso práctico o temas de arbitraje, sino que obtuvimos habilidades importantes de investigación y de redacción que nos van a permitir desenvolvernos mejor en el ambiente profesional en un futuro.

Además, se crearon lazos fuertes entre los integrantes del equipo, amistad y una dinámica en la que sabían que debían trabajar en forma conjunta para obtener el resultado esperado. “Fue muy bello experimentar la victoria, fue la culminación de un esfuerzo conjunto y eso es una experiencia invaluable”, acotó.

Fernando Rivera refirió: “nos ayudó a un gran crecimiento personal y profesional. Me tocó ser el orador sustantivo; estaba nervioso, pero saber que tenía la capacidad, junto con Carlos, de presentar el caso que tanto habíamos estudiado. Estoy muy agradecido de haber podido participar”

Romero de la Vega calificó como una aventura haber sido el otro orador. Hubo retos; es algo que requiere compromiso y que genera presión. Se requiere concentración y planeación, pulir la redacción, estudiar párrafo por párrafo, revisar cada fuente. “Es un ejercicio meticuloso y que podría parecer desgastante, pero que es necesario para hacer bien las cosas. El compromiso y la tendencia hacia la excelencia son algo que pulimos mucho en el concurso”.

En tanto, Sergio Patiño dijo: “nos vamos muy satisfechos con el resultado; pudimos crecer como personas, como amigos y a la larga pensamos que esto puede dar frutos no solo para nosotros, sino para las generaciones que vienen y que se interesen en este tipo de materias y concursos. Es una experiencia de vida que vale la pena vivirla cuando menos una vez”

Sebastián Patiño Sánchez fue campeón de la competencia el año pasado. “Ahora nos dimos a la tarea de asesorar al equipo que salió victorioso en 2021. Esta experiencia tiene que ver con el amor que le tenemos a la Facultad y es parte de entregar un poco de lo que recibimos: conocimiento, experiencias, relaciones personales y profesionales, y esperaría que los campeones de este año sigan la tradición de que asesorar al siguiente equipo”. Algo valioso de la UNAM son sus alumnos brillantes, capaces de asesorar a sus compañeros.