La falta o disminución de los niveles de melatonina, hormona relacionada con el sueño y el descanso, puede vincularse, en pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), con aumento en los episodios de tos o falta de oxígeno durante la noche o al desarrollo de delirio intrahospitalario en adultos mayores internados por largos periodos, revelan estudios realizados por especialistas de la UNAM.
EPOC es una enfermedad crónico-degenerativa prevenible que puede ser tratada médicamente, caracterizada por enfisema pulmonar y bronquitis crónica. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en 2020 este problema estuvo entre las diez primeras causas de defunción en personas que fallecieron a partir de los 55 años. Esto significó el deceso de 21 mil 972 personas, de ellas las no especificadas representan 67.8 por ciento de los casos.
Alberto Manuel Ángeles Castellanos, jefe del Departamento de Anatomía de la Facultad de Medicina de la UNAM y titular del trabajo, precisó que si bien desde hace tiempo se asocia a la melatonina con el ciclo del sueño y la vigilia, es la primera vez que se analizan sus efectos en personas internadas.
Para el estudio se revisaron los niveles de melatonina -en la mañana y en la noche- de 55 pacientes en el Centro de Especialidades Médicas del Estado de Veracruz, quienes padecen EPOC.
En este trabajo –el cual contó con el apoyo de expertos de la Universidad Veracruzana y fue presentado en la revista Journal of Sleep Medicine & Disorders-, se revisaron los casos de quienes, aunque suelen estar bien durante el día, en la noche presentan crisis por falta de aire, tos y otras situaciones, por lo cual pensaron que el problema podría estar relacionado o afectar la calidad del sueño.
Ángeles Castellanos precisó: “Lo que vimos es que los pacientes sin EPOC tienen un ritmo de liberación de melatonina adecuado, comparados con los pacientes que tienen la enfermedad donde la melatonina estaba inhibida. Pensamos que esto pudiera ser porque los pacientes se levantan en la noche, prenden la luz y esto inhibe su liberación”.
Para determinar el ritmo diario de liberación de melatonina y cortisol, los expertos revisaron la concentración de la hormona en la saliva, que fue colectada en cuatro momentos diferentes del día: 07:00, 13:00, 19:00 y 01:00 horas.
Con el trabajo, demostraron que los pacientes con EPOC tienen una mala calidad de sueño y bajas concentraciones nocturnas de melatonina. Aunque existían reportes por un sueño de mala calidad, hasta ahora no se habían estudiado las concentraciones de melatonina en estas personas.
“Este es el primer estudio que determina que la alteración del sueño en pacientes con EPOC es probablemente una consecuencia de múltiples factores, incluidos síntomas nocturnos como tos y disnea, y la administración de medicamentos que promueven la exposición a la luz artificial, lo que induce una disminución en la secreción de melatonina”, refieren en la investigación.
Otros estudios han demostrado que la melatonina suprime la infiltración de células inflamatorias en el tejido pulmonar, reduce la destrucción y necroptosis pulmonares, además de disminuir el estrés oxidativo y la disnea.
Contra el delirio
Por otra parte, un estudio realizado cuatro años antes por Ángeles Castellanos reveló que 43 por ciento de las personas hospitalizadas desarrollan delirium intrahospitalario.
Se sabe, precisó, que luego de tres semanas en el nosocomio algunos se vuelven irritables, quieren ir a casa, se quitan el suero, se ponen agresivos o entrar en un estado depresivo. El estudio realizado en el Hospital General Dr. Manuel Gea González reveló que quienes presentaron más problemas de irritabilidad fueron los adultos mayores, que tienen bajos niveles de melatonina.
“De hecho ahora en la pandemia por COVID-19 se ha estado utilizando mucho la melatonina como un apoyo en pacientes no graves, pues responden mejor ya que la hormona es un tranquilizante, disminuye la respuesta inflamatoria y, además, es un antioxidante natural”, resaltó el experto.
Hormona para dormir
La melatonina tiene un papel fundamental en el sueño y su producción indica al cerebro si es de día o de noche; es decir, aumenta cuando oscurece y disminuye al haber luz. El experto en Cronobiología precisó que con la edad se reducen los niveles de liberación en la sangre.
Añade que se libera de las 23:00 horas a las 03:00 de la mañana; participa también como antiinflamatorio, antienvejecimiento (ofrece protección para evitar la oxidación celular) y se le ha asociado a la adecuada respuesta del sistema inmunológico.
La hormona tiene también una historia natural, pues se comienza a liberar a partir de las ocho o nueve semanas de vida, poco a poco aumenta y los mayores niveles se presentan de los 17 a los 30 años de edad; sin embargo, desciende significativamente a partir de los 48 años.