“La historia y la política son indisolubles”, así inició su discurso de ingreso al Seminario de Cultura Mexicana (SCM) Javier Garciadiego Dantan, quien aseguró: lo que reza el refrán de que “nadie experimenta en cabeza ajena”, es falso.
Es así, prosiguió, porque “la historia nos permite precisamente aprender de experiencias ajenas, incluso lejanas en el tiempo y la geografía. No hay duda, la historia es el mejor instrumento que tiene el ser humano para evitar que se cometan por segunda o tercera vez los errores del pasado; o sea, es la mejor herramienta de que se dispone para construir un mejor presente”.
El historiador universitario y otrora integrante de la Junta de Gobierno de esta casa de estudios, dijo en el Foro Castalia del SCM que también hay quienes buscan en la historia “un supuesto origen glorioso del que se creen herederos, o un pasado terrible del que prometen redimir a su sufrido país”.
Esta disciplina, continuó, no es sinónimo de memoria, la primera depende de una investigación rigurosa, la segunda es víctima de la volubilidad y la fragmentación de los recuerdos; para colmo es selectiva, recordamos lo que queremos recordar.
Por ello, y coincidencias inexplicables, este año que conviven tres efemérides distintas, sorprende que ante tanto celo conmemorativo hayamos olvidado el centenario de un gran mexicano, cuyas aportaciones no se redujeron al beneficio de un partido, de una región o de un sector, uno de los auténticos constructores del México de hoy: Jesús Reyes Heroles, a quien le dedicó su discurso de ingreso al Seminario fundado en 1942.
Reyes Heroles
Ante el titular del SCM, Felipe Leal Fernández, y Fernando Serrano Migallón, exdirector de la Facultad de Derecho, quien respondió su discurso, Garciadiego dijo: Jesús Reyes Heroles (1921-1985) fue un académico notable en los campos de la teoría del Estado y del siglo XIX, mexicano, eficiente y probo, gran educador -que no es lo mismo que profesor-, además de que dio uso instrumental de la historia. “Su logro más benéfico fue ser el autor de la Reforma Política, que permitiría empezar su transición a la democracia”.
El expresidente de El Colegio de México recordó que el personaje nacido en Tuxpan, Veracruz, anunció en su momento la pluralización de la política en una región caracterizada por el México bronco: Chilpancingo, Guerrero.
“Cruel paradoja, el hombre que más hizo por la democratización del país en la segunda mitad del siglo XX, no alcanzó a ver el México de la plena competencia electoral. Asimismo, el hombre que logró la legalización de los partidos de izquierda no alcanzó a ver la fuerza que alcanzarían estos. Por otro lado, para su fortuna no vio la reaparición de la violencia política”, indicó.
Creador de apotegmas invaluables como “la forma es fondo”, nos recordó que siempre se debe acudir a la fuerza de la política, y no a la política de la fuerza. “La máxima aportación de Reyes Heroles fue la reforma política, otorgar registro a los partidos y asegurarle su presencia en los medios de comunicación, hizo pedagogía política hasta en sus declaraciones ocasionales”, describió Garciadiego Dantan.
Fernando Serrano Migallón, integrante del SCM, destacó su capacidad como historiador: “preciso, profundo, cauto y claro”.
Aceptar nuestro doble origen
En entrevista, el historiador universitario afirmó que lo fundamental en la historia de México es reconocerla y aceptar el doble origen del que provenimos; aunque inventemos una historia distinta nuestros orígenes siempre serán parcialmente hispánicos y de las culturas originarias.
“Provenimos de unas culturas originarias disgregadas pero muy importantes y desarrolladas. También provenimos no de un país, sino de un grupo de conquistadores españoles, militares, políticos que procedían de Cuba, que tenían cerca de 30 años en esa isla, por lo que decir que nos conquistaron desde España, es una verdad a medias”.
El también exintegrante de la Junta de Gobierno de la UNAM y director de la Academia Mexicana de la Historia, indicó que la motivación esencial para su incorporación al SCM es continuar con su labor de difusión de la cultura y la historia, en la Ciudad de México y en el país.
Garciadiego Dantan fue formado en la Universidad Nacional y en El Colegio de México, con los discípulos de los exiliados españoles. Algunos intelectuales dijeron en los años 40 que el gobierno de entonces los respaldaba, y dejaba de lado a los pensadores mexicanos, por lo que las autoridades decidieron crear dos instituciones hermanas paralelas para responder a este reclamo justificado: el SCM fundado en 1942 y El Colegio Nacional en 1943.
“El Seminario de Cultura Mexicana, en un ánimo muy vasconcelista, influido por las misiones culturales de este personaje, decidió que las conferencias deberían ser dadas únicamente en las