En el marco del Día de las y los Niños, los Servicios de Salud en el Estado exhortan a la población a hacer conciencia sobre aspectos relevantes para la salud de los menores de edad, sobre todo durante la presente contingencia sanitaria por la pandemia de Covid-19, tal como el riesgo que tienen de contagiarse, medidas preventivas, recomendaciones y el fomento de hábitos de vida saludables, entre otros.
Desde el 2020 a la fecha, el COVID-19 alteró los entornos donde niñas, niños y adolescentes crecen y se desarrollan, algunos han vivido cambios que desestabilizaron a sus familias, amistades, su rutina diaria y la comunidad en general, lo que puede traer consecuencias negativas en su bienestar, su desarrollo y protección. Además, son los que más sufren en las crisis y los problemas del mundo, por lo que es necesario hacer conciencia en que son uno de los grupos más vulnerables de la sociedad.
El Covid-19 es un virus nuevo y todavía no se sabe con certeza cómo afecta a las y los niños y a las mujeres embarazadas. Se sabe que personas de cualquier edad pueden infectarse y transmitir el virus, aunque son las personas de más edad en quienes se observa mayor contagio, o aquellas con enfermedades preexistentes quienes han mostrado enfermarse gravemente. Sin embargo, hay ejemplos de niños que han desarrollado enfermedad grave e inclusive fallecido.
Las principales medidas para la prevención del COVID-19 en la población pediátrica son similar a los adultos, aunque con algunas excepciones; es muy importante que madres, padres y cuidadores de este grupo, ayuden a formar en ellos hábitos con la finalidad de que en la medida que se aperturan espacios de recreación, así como la reanudación a las actividades escolares presenciales, se disminuyan los riesgos a la salud comunitaria.
Las recomendaciones a fomentar, por mencionar algunas son el lavado frecuente de manos con agua y jabón por al menos 20 segundos (pueden cantar una canción), y si no hay agua y jabón, utilizar un desinfectante a base de alcohol, cuidando que no se ingiera; el uso de mascarilla no debe ser obligatorio para los niños de hasta cinco años, por su seguridad; la OMS y el UNICEF recomiendan que la decisión de utilizar mascarillas en niños de entre 6 y 11 años se recomienda en espacios donde el riesgo es alto, y siempre bajo supervisión y previa capacitación en su uso correcto. Únicamente se recomiendan que los niños a partir de los 12 años utilicen mascarilla en los mismos supuestos que los adultos, en particular cuando no se pueda garantizar una sana distancia.
Promover el estornudo de etiqueta; limpieza y desinfección de objetos y superficies, como sus juguetes y equipos electrónicos, según su desarrollo y siempre bajo supervisión de un adulto; evitar la sobreexposición a noticias y redes sociales, especialmente si esto causa temor o angustia. Se tiene que informar a los niños con un lenguaje claro y sencillo sobre los riesgos; llevar una alimentación balanceada y adecuada así como ingesta de agua natural.
Además, fomentar la actividad física: correr, cantar, bailar, brincar la cuerda o jugar a la pelota todos los días; enseñarles a no tocar su cara, ojos, boca y nariz, sin antes lavarse las manos; si se sienten enfermos o les duele algo avisar a un adulto.
Cabe destacar que los expertos de todo el mundo siguen analizando las variantes del virus con el fin de comprender mejor sus efectos sobre distintos grupos de edad, entre ellos las niñas y los niños.
Con respecto a la vacunación, el sistema inmune de los niños es diferente al de los adultos, y puede variar significativamente en función de la edad. A la fecha se tienen reportes preliminares de buena tolerancia y eficacia de una vacuna en personas de 12 a 18 años, y se están iniciando procesos para evaluar la vacunación en población de 6 meses a 11 años de edad.
Finalmente, puntualizar que dar el ejemplo es la clave, los adultos son un modelo a seguir para las niñas y los niños; aplicar los hábitos saludables antes mencionados en su persona ayudará a que sea más fácil imitarlo, y ante algún síntoma o signo de enfermedad, acudir al centro o unidad de salud correspondiente.