La clonación exitosa de un mono por parte de científicos chinos no debe ser motivo de preocupación, ni de escándalo, pues de ningún modo significa que su aplicación en seres humanos esté cercana, además de que su prohibición está establecida en la Declaración Universal sobre el genoma humano y los derechos humanos, adoptada por Naciones Unidas en 1997. Así lo consideró la directora del Programa Universitario de Bioética de la UNAM, Jennifer Hincapie Sanchez, quien señaló que, lejos de inquietarnos, este tipo de información debe generar alegría, pues significa que la ciencia avanza y busca el bienestar de las personas. Recientemente, a través de un estudio publicado en la revista científica especializada Nature Communications, investigadores del Instituto de Genética y Biología del Desarrollo de la Academia de Ciencias de China dieron a conocer que el mono rhesus, bautizado con el nombre de Retro, el cual fue clonado en julio de 2020, se ha mantenido vivo por más de tres años y en un buen estado físico. Es la primera vez que un ejemplar de esta especie logrado con este método sobrevive hasta alcanzar la edad adulta; los científicos consideran que el procedimiento se puede declarar una clonación exitosa. En otros intentos, los investigadores orientales habían logrado replicar un mono rhesus, pero el animal sobrevivió menos de 12 horas; para ello utilizaron una técnica estándar conocida como transferencia nuclear de células somáticas (SCNT, por sus siglas en inglés), la misma que se empleó para clonar a la oveja Dolly, en 1996, y luego a otros mamíferos, incluidos cerdos, vacas, caballos y perros. Los científicos explicaron que la clonación con dicho método se obtiene, en líneas generales, cuando el núcleo de una célula del cuerpo se transfiere a un óvulo cuyo núcleo ha sido eliminado. Por lo general, esta técnica da como resultado tasas de nacimiento y supervivencia extremadamente bajas para los embriones clonados. En esta ocasión los especialistas lograron mejorar ligeramente la técnica, añadiendo células precursoras de la placenta, lo que les permitió generar 113 embriones, transferir 11 a siete madres sustitutas, conseguir dos gestaciones y un único nacimiento, que fue el del mono Retro.