Durante los últimos 40 años, en el Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM hemos tenido como vocación la innovación y el emprendimiento, señaló la directora de esta entidad universitaria, Laura Alicia Palomares Aguilera.
“Considero que el IBt ha tenido una labor ejemplar en el impulso de estas dos áreas y, en particular, este evento podrá dar una visión general de lo que se ha hecho durante estos años”, agregó al inaugurar la Quinta Jornada de Innovación y Emprendimiento, en el campus Morelos de la UNAM. El encuentro fue organizado por Enrique Galindo Fentanes, investigador del IBt, quien sostuvo: “La industria biotecnológica que cambiará a México hay que crearla, y la puedes crear tú”. El investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías consideró que el emprendimiento científico en México es una necesidad. Resumió que en dicha entidad universitaria se han gestado 19 empresas de base tecnológica de académicos y exalumnos, además de que actualmente hay 28 embriones de compañías, varias logradas gracias un curso de emprendimiento impulsado en el IBt. Al evocar a Robert Solow, Premio Nobel de Economía 1987, Galindo Fentanes citó cuatro frases expresadas por el estadounidense en su conferencia al recibir el galardón: “El avance del conocimiento es responsable de hasta el 64 por ciento de la productividad real por persona empleada”; “La tecnología es el principal motor de crecimiento económico”; “Teniendo acceso al mismo tipo de innovaciones tecnológicas, aquellos que invierten más rápido son los que más se benefician del conocimiento disponible”; y “El progreso técnico y la alta inversión pueden ser el resultado de un tercer factor: la presencia de condiciones que promueven el emprendimiento”. Galindo Fentanes puntualizó que la economía del conocimiento es fundamental para el desarrollo de las naciones y mostró cómo las más prósperas (Estados Unidos, Noruega, Irlanda, Japón, Holanda, Alemania y Francia, entre otras) tienen alta inversión en la materia. En tanto, México, Argentina, Mongolia y Kenia se ubican al final del progreso en este rubro, por no invertir en ciencia y tecnología ni impulsar el emprendimiento. El doctor en Biotecnología apuntó que en nuestro país se hace ciencia de calidad y se producen algunas tecnologías. “Pero nos falta la innovación”. Por ello, junto con varios colegas, creó en 2016 la asociación civil “Innovación con Ciencia”, la cual busca promover la cultura del emprendimiento científico en el estado de Morelos. Esta asociación agrupa a las empresas que de manera independiente se habían creado en el IBt o en el Instituto de Ciencias Físicas, ambas en el campus Morelos, detalló. Además, en el Posgrado de Ciencias Químicas de la UNAM se ofrece el curso “Emprendimiento con Base Científica”, el cual es inédito y exitoso, pues varios de los 28 embriones de empresas se han ideado y desarrollado a partir de esta actividad académica.