Con la emergencia sanitaria, la educación enfrenta embates de alto impacto, coyuntura en la cual el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE), de la UNAM, continúa cumpliendo con su responsabilidad social y obligación con el país de atender, en el ámbito de sus competencias, esas situaciones y problemas nacionales.
No es menor lo que vivimos en términos educativos, porque se compromete el futuro, es decir, a las nuevas generaciones, por lo que se debe analizar, debatir, estudiar e investigar ese tema, afirmó la directora del Instituto, Gabriela de la Cruz Flores.
Un futuro sustentado en una cultura institucional que favorezca un sentido de comunidad y pertenencia, colaboración, trabajo en equipo, responsabilidad social y un alto nivel académico, serán el eje del plan de trabajo en el IISUE.
De la Cruz Flores expresó que durante los próximos cuatro años (2022-2026) dirigirá esa entidad, la cual es relevante para nuestra casa de estudios y para el país, ya que sus dos grandes objetos de análisis, con múltiples aristas, complejas y diversas, son la Universidad y la educación.
En el primer caso, en el Instituto se estudia a la universidad en México y a nuestra propia casa de estudios; “nos ayuda a analizarnos desde el interior, visualizar lo que hacemos como institución educativa, a valorar el trabajo y tener una visión de hacia dónde podemos avanzar. Es un espacio de reflexión y de análisis, pero también de crítica y autocrítica”, aclaró la pedagoga y psicóloga educativa.
En el IISUE también se examina la educación en sus múltiples niveles, desde inicial hasta superior, así como los procesos de formación; es decir, de enseñanza, aprendizaje y evaluación, así como sus actores (profesores, estudiantes, padres de familia), incluso el sistema educativo en su conjunto, pasando por la historia y las políticas.
Fortalezas
La integrante del Sistema Nacional de Investigadores refirió que, en los últimos años, en esa instancia universitaria se ha configurado una planta académica intergeneracional vigorosa e interesante. Sus antecedentes se remontan al entonces Centro de Estudios sobre la Universidad (CESU), aunque también se sumaron académicos provenientes del Centro de Investigaciones y Servicios Educativos.
Gracias a lo anterior tenemos investigadores jóvenes y otros de larga trayectoria; ese entrecruce intergeneracional, junto con nuestra historia, es una de nuestras grandes fortalezas, sostuvo Gabriela de la Cruz.
Además, el IISUE tiene dos pilares: el Archivo histórico de la UNAM y el Museo UNAM Hoy. En el primero se resguarda la memoria de la Universidad, la documentación generada en la propia institución y fondos documentales no universitarios que tienen un valor cultural para la nación. Ese recinto -ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México- nos permite mostrarnos a un público más amplio y representa una oportunidad para dar cuenta de la trascendencia de la UNAM y de su indeclinable compromiso social.
Para la directora otra de las fortalezas de la instancia que encabeza son sus cinco líneas de investigación: currículum, formación y vinculación; teoría y pensamiento educativo; diversidad sociocultural en la educación; políticas de la educación; historia de la educación y la cultura.
Recientemente, acotó, configuramos líneas transversales con el ánimo de cooperar entre todos para desarrollar proyectos comunes, que nos inviten a trabajar de manera colaborativa. Los técnicos académicos en el Instituto cuentan con alto nivel de especialización en diferentes áreas, y son “quienes sostienen el trabajo que los investigadores desarrollamos”.
Proyecto
De la Cruz Flores resaltó que entre los planes prioritarios en su administración en cuanto a la investigación, se incluye trabajar, de manera más colaborativa, en torno a proyectos de investigación que ponderen los problemas nacionales de alto impacto en el ámbito educativo, por ejemplo el abandono escolar o la educación híbrida. “Podemos aportar mucho al respecto”.
En términos de docencia, dentro del plan de trabajo 2022-2026 “propongo la figura de los research training group; es decir, células de trabajo conformadas por investigadores rodeados de estudiantes posdoctorales y de posgrado, licenciatura y servicio social, para formar una especie de comunidad donde se investiga y, al mismo tiempo, se forman recursos humanos”.
Me interesa que podamos hacer equipo. “Me voy a esforzar por volver a esa vida colegiada, en común, en estrechar lazos y hacer vínculos al interior y exterior del Instituto”.
La experta en prácticas escolares y en aula consideró que estar al frente del Instituto es una gran responsabilidad, un compromiso y un orgullo, además de un gran reto y una enorme oportunidad de servicio “a mi Universidad”.
Soy universitaria desde los 15 años cuando ingresé al plantel Sur del Colegio de Ciencias y Humanidades; en el entonces CESU realicé el servicio social; después fui becaria. En el Instituto cursé el posdoctorado. La UNAM para mí lo es todo.
Haber sido designada directora “es un gran logro y así lo asumo. Estoy entusiasmada, contenta, dispuesta y comprometida en aprovechar la riqueza que tenemos en el IISUE”, concluyó.