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CON ATENCIÓN MULTIDISCIPLINARIA, LA UNAM AYUDA A LAS PERSONAS A RECOBRAR SU INDEPENDENCIA FÍSICA.

porRedacción

Dic 4, 2022

Cada año en México, más de 25 mil personas pierden una extremidad por enfermedades crónicas, cáncer o accidentes. Sin embargo, existen pocos especialistas en órtesis y prótesis que pueden brindar una atención de calidad en el país.

De acuerdo con la Academia Nacional de Medicina, en 2016 se calculaba que había en la nación menos de 300 expertos en esas disciplinas; es decir, 15 por ciento de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud.

Por ello, la UNAM creó la Unidad de Investigación en Órtesis y Prótesis, en Juriquilla, Querétaro, donde se efectúa investigación para mejorar los dispositivos y que los estudiantes realicen prácticas.

“A partir de esta realidad a nivel nacional, la necesidad de tener espacios asistenciales que puedan ayudar a las personas a volver a la vida con toda independencia de la que gozaban antes de la escisión, es nuestra razón de ser”, afirmó la responsable de la Unidad de Investigación en Órtesis y Prótesis de la UNAM, Alina Jiménez Solórzano.

En este recinto, indicó, se retoma la enseñanza teórica de la Licenciatura, porque los alumnos aprenden la tecnología que se necesita para elaborar los dispositivos. Se cuenta con instalaciones y equipos de vanguardia, a fin de ofrecer mejor servicio a la sociedad a través de atención multidisciplinaria, con al menos cinco valoraciones: ortoprotésica, fisioterapéutica, de trabajo social, biomecánica y neuropsicológica.

Para los especialistas de la Unidad la parte medular es el desarrollo socioemocional de los pacientes, por lo que también generan grupos de atención en los que unos a otros se motivan a seguir adelante, comparten sus historias, le otorgan resignificación al dolor, hasta aprenden a andar en bicicleta o a ser emprendedores.

“Nuestras aspiraciones son generar más investigación en esta materia y atender a la mayor cantidad de personas posible con precios razonables; generar un modelo de atención único para que los usuarios confíen en nosotros, e invitar a más jóvenes a que realicen servicio social, voluntariado o prácticas profesionales para que sumemos fuerzas y apoyar a este sector de la población”, comentó Jiménez Solórzano.

Una nueva oportunidad

La Unidad se inauguró a finales de septiembre y Felipe López de Jesús, de 53 años, es el primer paciente quien actualmente recibe atención de médicos, psicólogos y fisioterapeutas.

“De los retos que uno enfrenta al perder una extremidad es verte al espejo y aceptar la nueva situación de discapacidad; o, ir por la calle y ver que la gente no te saluda o se voltea. En lo personal algunos caemos en un momento de duelo en el que muchos duramos días, otros meses, años o incluso, nunca se llega a superar”, consideró.

Trabajaba en una empresa de alimentos como operador de montacargas, y a la vez verificaba que los contenedores con productos de exportación estuvieran limpios, sanitizados, bien sellados y salieran en tiempo y forma. Hace seis años tuvo un resbalón al efectuar sus labores, lo que provocó que su rodilla izquierda se inflamara. Para trasladarse, actualmente se apoya de una prótesis en la pierna.

“La burocracia de la institución de salud a la que pertenecía me obligó a buscar otras opciones para atender mi rodilla, pues no dejaba de dolerme. Fui con un ortopedista en la Ciudad de México, vieron mi expediente y me dijeron que era un tumor de células gigantes; pero por la agresividad de este se trataba de cáncer. Para evitar que este se fuera a otros órganos y salvar mi vida, la mejor opción era amputarme la extremidad”, recordó.

No fue fácil, dijo, pero este hecho lo tomó como una nueva oportunidad y una etapa más de su vida, gracias al apoyo de su familia y amigos, así como de la religión. Ahora Felipe se dedica, entre otras actividades, a disfrutar a su familia y a jugar futbol. Un conocido le recomendó acudir a la UNAM Juriquilla para que le hicieran algunas evaluaciones.

Ahí le practicaron una resonancia magnética con el fin de conocer cómo le afectó la amputación de su extremidad a nivel cerebral, entre otros estudios. En septiembre pasado, Felipe presenció la inauguración de la Unidad, única en México y Latinoamérica porque -además de la atención a pacientes- se llevan a cabo desarrollos tecnológicos y estudios sobre nuevos materiales y técnicas para los dispositivos.

De esta manera, es el primer usuario en recibir atención de médicos, psicólogos y fisioterapeutas en esa entidad, que pertenece a la Licenciatura en Órtesis y Prótesis que imparte la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Unidad Juriquilla, de la UNAM.

“La nueva Unidad está muy bien equipada y sus instalaciones son de primera. Aquí no solamente vienes a que te tomen medida para una órtesis o prótesis y ya, sino que llevamos un tratamiento completo e integral desde psicología o medicina, hasta fisioterapia para ayudarnos a este nuevo cambio en nuestras vidas”, aseveró Felipe López.

Formación de profesionistas

“Hoy en día la labor de un ortesista protesista es dar solución a la necesidad específica de una persona con una función alterada y que no solo necesita apoyo de un dispositivo, sino también de otras áreas para que salga adelante y vuelva a retomar su vida; y es por eso que la UNAM forma profesionistas en esta área”, resaltó la académica de la Unidad y la Licenciatura en Órtesis y Prótesis, Ajelet Itiel Alvarez Bustamante.

Informó que para agendar citas se puede enviar un correo electrónico a: unidadinvestigacionoyp_enesj@unam.mx, o a través de las redes sociales de la ENES Juriquilla. Facebook: ENES Unidad Juriquilla UNAM; en Twitter: @EnesJuriquilla.

En tanto, la estudiante de la Licenciatura en Órtesis y Prótesis, Silvia Alejandra Vargas Vidal, compartió:

“Tuve una caída cuando estaba en la secundaria y estuve en el hospital un buen rato. Ahí me tocó ver de cerca a personas que tenían alguna discapacidad o con alguna amputación, y me di cuenta de que la atención no era la más adecuada. Entonces me sembró la semillita de querer trabajar con este sector para apoyarles”.

Al saber de esta carrera de inmediato se convenció y a pesar de que ella es oriunda del Estado de México, sus padres la apoyaron para trasladarse  a Juriquilla a comenzar a realizarse como ortesista protesista. Aunque confesó que en un inicio fue difícil porque ingresó cuando la pandemia por la COVID-19 estaba en auge, y tuvo que tomar algunas clases en línea; pero posteriormente comenzó a practicar en la Unidad.

“Lo que más disfruto de mi carrera ha sido la parte práctica, porque trabajamos ya en los laboratorios y maniobramos los equipos, lo que nos sirve bastante para reforzar el conocimiento que adquirimos en los primeros semestres; ahora sí vemos la aplicación de todo ello. Ya tuvimos un primer acercamiento con una usuaria de la Unidad y nos fue bastante bien, porque dijo sentirse cómoda con las plantillas que le hicimos”, relató.

Vargas Vidal manifestó sentirse orgullosa de pertenecer a la Universidad Nacional, sobre todo a la ENES Juriquilla, porque en la Licenciatura en Órtesis y Prótesis se abren un sinfín de puertas, ya que se trata de una carrera nueva y de vanguardia con la que ha podido ayudar a más personas.