Durante el conversatorio “Adrenalina: ¿Amiga o enemiga?”, el investigador del Instituto de Química, Alejandro Dorazco González, señaló que esta molécula tiene una influencia directa sobre el comportamiento de huida y supervivencia de los individuos; es la misma que se segrega antes de practicar alguna actividad deportiva.
“Antes del tiro que marca la salida, sentimos una emoción que nos genera cierta fuerza que, por lo regular, no tenemos y esto es porque las glándulas suprarrenales generan estas hormonas que, al final, producen actividad muscular, una mayor oxigenación y son importantes para el ser humano en el sistema de supervivencia”.
Agregó que varias de nuestras sensaciones están directamente relacionadas con las pequeñas moléculas llamadas hormonas y una de ellas es la adrenalina, que nos produce esa emoción y fuerza que tenemos en forma no natural cuando estamos en peligro, o antes de una competencia deportiva.
En tanto, la especialista del Instituto de Investigaciones en Materiales de la Universidad Nacional, Ana María Martínez Vázquez, indicó: las enfermedades psicosomáticas son un estado de malestar provocado por la mente. Por ejemplo, durante la pandemia hubo psicosis y ansiedad desbordadas por temor al contagio, procesos que podrían generan, incluso, infartos.
Por ello, continuó, es necesario tratar de disminuir esos niveles de ansiedad, lo cual está relacionado con la liberación de adrenalina, porque imaginamos un peligro que no existe y, por tanto, no lo podemos eliminar. Todo está en la imaginación, es un miedo que se mete al cuerpo y produce esos efectos.
La práctica de alguna actividad física, durante 30 minutos al día, sea competitiva o no, rinde una ganancia emocional, además de ser placentera. Cuesta trabajo empezar, pero una vez que inicias se vuelve, incluso, adictivo; es preferible hacer ejercicio a estar sufriendo por cosas que imaginamos.
Al participar en la charla “La física y la ciencia de datos en los deportes y la astronomía”, el investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM, Sergio Mendoza Ramos, comentó que la estadística y la física permiten hacer análisis de datos en las galaxias y en la Tierra, por ejemplo, cuando los astrónomos las utilizan para revisar el comportamiento de sistemas solares; también permiten comprender cómo responde el cuerpo ante esfuerzos como maratones, alpinismo o natación.
“La física tiene que entrar siempre en el deporte, es algo totalmente natural. Por ejemplo, en montañismo hay suspensores para sostener a un alpinista y al verlo es posible saber que soporta una fuerza de 23 kilonewtons hacia abajo y tiene 10 kilonewtons en la parte lateral, eso porque debo saber que si caigo 50 metros esta cosa no me va a aguantar”, comentó el doctor en Ciencias Naturales.
El doctor en astrofísica Antonio Castellanos Ramírez, académico de la Facultad de Ciencias, añadió que esto se aplica además en el estudio de dinámica de fluidos como los gases, una teoría que es útil tanto para la astronomía y como para los deportes.
“El movimiento de muchos objetos se debe describir desde la dinámica que de manera general permite estudiar tanto las corrientes, la tectónica de placas, la circulación sanguínea, además de analizar problemas tecnológicos como el vuelo de los aviones o las turbinas de viento, etcétera.
“Pero permite explicar también fenómenos particulares de los deportes, por ejemplo, que una pelota que viaja en el aire con cierto giro experimenta una desviación de su trayectoria, efecto que es común observarlo en el futbol con el famoso efecto chanfle”, explicó durante el encuentro organizado por la Dirección General de Divulgación de la Ciencia.
En tanto, Octavio Valenzuela Tijerino, también investigador del Instituto de Astronomía, expuso que la llamada ciencia de datos tiene que ver con la caracterización de información, saber por qué ocurre un proceso, qué variables lo componen, a fin de tomar decisiones.
“De hecho un astrofísico trabaja para el Club de futbol de Inglaterra y hay todo un equipo de muchos físicos o astrónomos que han definido un mapa de probabilidad que llaman control de la cancha, donde definen la posibilidad de que sea exitoso dar un pase entre jugadores y que el rival no les gane el balón, esto lo informan a los técnicos y con esto se van puliendo estrategias de pases largos, cortos, etcétera”, destacó el especialista en el estudio de materia oscura.