“Las calles también son nuestras”, fue la consigna que se utilizó en la Rodada Naranja #SinViolenciaSí que se reallizó ayer, 25 de noviembre, organizada por la Instancia Municipal de las Mujeres, en coordinación con el DIF Municipal y con apoyo de la Dirección de Deporte del Ayuntamiento, con Motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
Mujeres y hombres que se dieron cita en Palacio Municipal, iluminado de color naranja para conmemorar el día de lucha, montaron sus bicicletas, adornadas con listones naranjas y morados, con lo que transformaron algunas de las principales calles del Centro Histórico en un entorno seguro y tranquilo para las mujeres.
La Rodada Naranja tuvo como fin retomar espacios públicos para las mujeres ciclistas, pues el acoso callejero es uno de los principales problemas que enfrentan y que les limita el tránsito de manera libre y segura.
Los participantes llegaron al Jardín de Tequis, donde la titular de la Instancia de las Mujeres, Guadalupe Almaguer Pardo, y la presidenta del DIF Municipal, Estela Arriaga Márquez, coincidieron en la importancia de la recuperación de espacios y horarios considerados peligrosos para las mujeres, y que no les permiten gozar plenamente de su derecho a una vida libre de violencia.
“Esta administración recuperará los espacios públicos, nos encontramos juntas en la lucha contra la violencia de cualquier tipo hacia las mujeres. La Rodada Naranja #SinViolenciaSí es un recordatorio de que las mujeres tenemos derechos, como desplazarnos libremente por las calles y vivir sin violencia”, señaló Guadalupe Almaguer Pardo.
Por su parte, la directora del DIF Municipal, Estela Arriaga Márquez, destacó la importancia de dotar a las mujeres de herramientas de empoderamiento que mejoren su entorno para que puedan terminar con esquemas que las lastiman y puedan valerse por sí mismas.
Al término de la rodada, Arriaga Márquez y Almaguer Pardo reafirmaron el compromiso de la administración municipal con las mujeres, pues en este gobierno se reconoce la importancia de aplicar las leyes y las políticas públicas vigentes, que puedan garantizar el acceso a una vida libre de violencia.
Desde la invención de la bicicleta en 1817, las mujeres han desafiado creencias y han luchado por su derecho a usarlas, por habitar el espacio público, y por desplazamientos seguros libres de violencia.
En aquella época les negaron usar bicicletas, con el argumento de supuestos problemas de salud y hasta morales, pues se creía que las mujeres que montaban una bicicleta podían sufrir esterilidad, abortos, o hasta excitación sexual.