Para atender las peticiones de habitantes, principalmente de la zona norte por la contaminación originada por las ladrilleras, la autoridad de la Capital potosina tomó medidas de corrección, que van desde la clausura y derribamiento de hornos ladrilleros que expiden humo tóxico, hasta hacer mediciones de la calidad del aire.
Esto lo informó Israel Esparza Rodríguez, director de Gestión Ecológica y Manejo de Residuos del Municipio, quien añadió que ahora puede decirse que San Luis es agente activo en la toma de medidas que contribuyen a combatir los efectos nocivos del cambio climático.
Aseguró que se habló con 150 ladrilleros organizados en una asociación, con otros de manera individual, y con la Unión de Usuarios de la Zona Industrial, para analizar la posibilidad de fabricar hornos ecológicos. Se logró que varios fabricantes de ladrillos usarán elementos que no dañan el medio ambiente, como madera o aserrín, pero otros no aceptaron, de ahí que se debe continuar con esta labor de consentimiento.
“Por ello, se procedió clausurando ocho hornos en forma temporal y uno definitivamente; se derribaron tres más con el consentimiento de sus dueños, uno de ellos en forma consciente admitió que su actividad es dañina, y como está cerca de un fraccionamiento optó por retirarse”, expuso el funcionario municipal.
La calidad del aire, dijo, es un tema en el que se incursionó por quejas de habitantes del norte de la ciudad, como el fraccionamiento El Tule y en Las Terceras, que denunciaron invasión de humaredas, principalmente de las ladrilleras que operan usando como combustibles solventes, plástico, llantas y otros elementos nocivos para la salud.
Para concluir, el director Esparza Rodríguez comentó que se han creado programas que serán un legado a la Administración que sigue: “por supuesto que son perfectibles, pero están sentadas las bases tecnológicas y científicas para hacer en su momento, uso de ellas y mejorar el medio ambiente”.
