Debido a que la ganadería es la tercera actividad que más gases de efecto invernadero (GEI) genera en nuestro país, Rafael Olea Pérez, académico de la Facultad de Medicina, Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM, elaboró una herramienta llamada Calculadora de Carbón con la cual se mide las unidades de GEI en kilogramos de dióxido de carbono equivalente (CO2-e, unidad de medición de los gases de efecto invernadero), frente a los kilos de proteína o carne viva que se producen de bovinos, por hectárea, al año.
Se calcula que la ganadería aporta 10.3 por ciento de gases de efecto invernadero, sólo superado por los que producen el transporte -25.1 por ciento- y la creación de energía -24.1 por ciento-, expuso el experto.
Al explicar estas cifras del Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero, el especialista en Desarrollo Sustentable en la Producción Pecuaria advirtió que reducir estas emisiones es fundamental para evitar que continúe el calentamiento del planeta, y los veterinarios son actores claves en esta tarea y para ayudar a aumentar la producción ganadera.
El universitario y también maestro en Reproducción Animal realiza evaluaciones a diferentes sistemas de producción ganadera en el trópico de México -principalmente en Veracruz, Campeche, Tabasco y Yucatán- en los cuales analiza cuántas emisiones se generan por esta actividad y la cantidad de carne que se produce por hectárea.
Olea Pérez estima las emisiones que se generan si se deja que las vacas sólo pastoreen, así como los kilos de animal vivo por hectárea que se obtienen.
También calcula qué sucedería si se incluyen en la dieta forrajes ricos en “taninos”, sustancias presentes en algunas leguminosas tropicales que disminuyen la generación de metano en el rumen de bovinos y se mantiene la misma producción de carne.
De igual forma, cuantifica otra estrategia que incluye también el manejo reproductivo de los animales -para que las vacas tengan más crías-, lo que reduce las emisiones y aumenta la productividad.
Adicionalmente realiza cálculos de otro esquema que incluye pastoreo, suplementación estratégica con grano, manejo reproductivo, lo que en conjunto permite disminuir la emisión de GEI por kilo de animal producido y aumentar la producción por hectárea.
“Incluso, es mejor si a las vacas se les saca un segundo producto como la leche, es mayor la reducción de emisiones y mayor el ingreso del productor”, dijo.