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EXPERTOS DEMANDAN MAYOR IMPULSO A LA AGRICULTURA URBANA Y PERIURBANA.

porRedacción

Ago 1, 2021

Debido a que cada vez es mayor la concentración de personas en las ciudades, tendencia que continuará, es necesario implementar alternativas de producción de alimentos para satisfacer la demanda local, aprovechar mejor los espacios públicos, alentar las cadenas de producción, reducir el impacto ambiental y generar empleos mediante la agricultura urbana y periurbana, coincidieron especialistas de la UNAM y de instituciones educativas internacionales.

Superada la pandemia, es necesario enfatizar en el derecho a la alimentación adecuada y sana, donde el Estado participe de manera más activa mediante el impulso a procesos de participación, cadenas alimentarias y valor de los sistemas agroecológicos alrededor de las ciudades, aseguró Gerardo Torres Salcido, del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe de la UNAM.

Al ofrecer la charla “Los sistemas agroalimentarios localizados en la pandemia y la postpandemia. ¿Cuáles alternativas de política pública?”, organizado por la Universidad Austral de Chile y que invitó especialmente a Torres Salcido a participar en el encuentro, precisó que el sistema agroalimentario mundial ha llevado a la pérdida de la biodiversidad y amenaza a la integridad ecológica.

Ante expertos reunidos en el coloquio “Mercados costeros y sistemas agromarino-alimentarios localizados. Contribuciones socio-antropológicas para el desarrollo territorial en el sur de Chile”, el investigador universitario dijo:

“Más del 90 por ciento de las variedades de cultivo que alimentaban al humano han desaparecido y 690 razas de ganado se han extinguido. De tal forma que hoy dependemos de 15 especies de cultivo y ocho variedades de animales”.

El experto en Desarrollo Rural y Sistemas Agroalimentarios explicó que a partir de los años 60 especialistas han advertido la necesidad de impulsar la producción de alimentos provenientes de la agricultura orgánica cuyo origen sea el ámbito familiar, indígena, campesino y afroamericano, sin el interés de exportación.

Consideró además que se requieren alentar las cadenas de producción como ventas directas en finca, trueques, ferias, tianguis, reparto a domicilio o agricultura apoyada por la comunidad.

En América Latina hay proyectos de este tipo como es el caso de “Encuentros del campo a la ciudad”, en Chile (2011), el cual cuenta con el apoyo de la Universidad de Humanismo Cristiano; la Feria Verde, en Costa Rica, impulsada a partir de 2010 por la organización no gubernamental AAMOR y la Red de Universidades Montpellier y Laval; Familia de la Tierra, en Colombia, 2011, en apoyo a empresas.

En México está el Mercado Alternativo Tlalpan, impulsado por la Universidad Autónoma del Estado de México, así como el Tianguis orgánico de Chapingo, con ayuda de la Universidad Autónoma de Chapingo.

Torres Salcido dijo que es imperativo partir de un enfoque y estructura de derechos a fin de asegurar una alimentación sana, nutritiva y diferenciada, el uso racional de la agrobiodiversidad como mecanismo para disminuir la vulnerabilidad de algunos grupos de la población y asegurar sus garantías inalienables.

Para lograrlo, el investigador sugirió construir políticas públicas con enfoque de derechos, universalidad y corresponsabilidad de los actores, e impulso a iniciativas sociales para construir sistemas sostenibles de producción.