El cierre de los parajes y zonas turísticas en la zona huasteca por la crecida de ríos y el aumento de riesgo para los visitantes, es una medida acertada que se suma a los protocolos de protección que se toman ante el avance de la pandemia de COVID-19.
Así se estableció en la Comisión de Desarrollo Económico y Social, donde además se manifestó que el hecho de advertir sobre los riesgos a las personas para salvaguardar su integridad no tiene precio, no obstante el impacto que tiene en cuanto a las afectaciones económicas el hecho de cerrar algunos sitios que registran un importante número de turistas.
En esta temporada de lluvias es normal el aumento en el caudal de los ríos en la zona huasteca y otras zonas del estado, por lo que algunos parajes se vuelven inseguros y es necesario tomar medidas al respecto.
Muchas personas que se dedican a las actividades comerciales tienen que suspenderlas debido al riesgo que corren, y es necesario crear conciencia para tomar medidas de precaución y salvaguardar la integridad personal y el bienestar de las personas mientras se normaliza la situación.
En la Comisión se dijo además, que este tipo de situaciones ayudan a las medidas que se han tomado de sana distancia y otras para evitar que avance el contagio de COVID-19, ante una tercera ola de contagios y abonar a disminuir los casos.
Si bien es cierto el cierre de parajes turísticos tiene una afectación económica, es temporal y ayuda además a que no haya contagios por la pandemia.