Derivado de la temporada de calor, los Servicios de Salud en el Estado hacen un llamado a la población para priorizar una alimentación sana, mediante el consumo de frutas y verduras ricas en agua, vitaminas y minerales, así como el consumo de agua natural para evitar enfermedades gastrointestinales e incluso deshidratación.
La dependencia dio a conocer que los alimentos básicos como cereales y los de origen animal no deben de ser eliminados de la dieta habitual, pero sí evitar las bebidas azucaradas y/o carbonatadas con la falsa creencia de que son más refrescantes y quitan de manera más rápida la sed.
Durante este periodo de calor, es necesario extremar precauciones al momento de ingerir alimentos en la calle ya que por las altas temperaturas tienden a descomponerse de manera más rápida, lo que puede provocar alteraciones en el organismo como intoxicaciones y malestares estomacales.
En casa, se recomienda tener más precaución a la hora de preparar los alimentos, como lavar y desinfectar las frutas y verduras; no consumir alimentos de origen animal crudos y/o en mal estado ya que pueden ser portadores de bacterias y parásitos, por lo que se deben de someter a un adecuado proceso de cocción.
Cabe destacar que la obesidad y el sobrepeso son el sexto factor principal de riesgo de defunción en el mundo, con un incremento en los últimos años, debido a los cambios en el estilo de vida, que propicia una escasa actividad física y sobre todo una alimentación no saludable.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018 (ENSANUT 2018), en México el porcentaje de sobrepeso y obesidad en los niños de 0 a 4 años de edad es del 8.2%; en el caso de la población de 5 a 11 años es de 35.6%; en los jóvenes de 12 a 19 años aumenta a 38.4% y en las personas mayores de 20 años este porcentaje aumenta hasta un 75.2%, lo que significa que por cada 100 personas, 75 padecen sobrepeso u obesidad.
