Con información clara y profesional, es posible prevenir el abuso sexual hacia niñas, niños y adolescentes, así como alertar a madres, padres y escuelas sobre la importancia de crear entornos seguros. Estas acciones se han implementado con la valiosa participación de personal de los DIF Estatal y Municipales.
Antes del inicio de la pandemia, se llevaron a cabo actividades lúdicas y pláticas en escuelas y plazas públicas, para brindar herramientas a la niñez y adolescencia que les permitan identificar qué es el abuso sexual, así como saber que jamás es su responsabilidad y que deben acercarse a una persona adulta de su confianza, para decir si se encuentran en riesgo o han sufrido abuso.
Asimismo, se ofreció capacitación a docentes, madres y padres de familia sobre las acciones para prevenir el abuso, así como para detectar signos de alerta en niñas, niños y adolescentes y herramientas para que puedan crear entornos seguros en la escuela y la familia.
También se llevaron a cabo jornadas de información y sensibilización en diversos planteles educativos de la entidad con la participación de estudiantes, madres, padres, docentes y personal de los DIF´s. Ya durante la contingencia se han realizado algunas actividades para hacer llegar esta información a la población.
Entre las recomendaciones para prevenir el abuso sexual destacan la importancia de que hijas e hijos sientan amor, respeto y seguridad en sus hogares, porque así no tienen la necesidad de buscar afecto con otras personas que pueden convertirse en agresoras.
De igual forma, es necesario enseñarles los nombres correctos de las partes de su cuerpo incluido sus genitales; que se bañen solas y solos, se desvistan en el baño o la recámara y a no estar sin ropa en casa o frente a personas adultas.
Es fundamental decirles a niñas, niños y adolescentes que nadie puede tocar su cuerpo y que si alguna persona conocida o desconocida lo hace, deben decírselo inmediatamente a alguna persona adulta de su confianza. Hay que enseñarles sobre las caricias y los secretos, para que puedan identificar con absoluta claridad, la diferencia entre que alguien les dé un abrazo, un saludo o les haga un cariño, a que alguien les pida ir a un lugar alejado y escondido, en donde toca sus partes privadas y pide guardar el secreto.
En caso de que una niña, niño o adolescentes platiqué que fue víctima de una agresión, es necesario creerle, tenerle paciencia, asegurarle que no fue su responsabilidad y decirle que es valiente por haberlo dicho. Las personas que conozcan de este tipo de hechos deben tomar acciones para que no se vuelva a repetir.
Es vital tener presente que las y los abusadores pueden ser cualquier persona que se encuentra en el entorno, por lo cual las personas adultas que rodean a niñas, niños y adolescentes deben mantenerse alertas para protegerles.